Balance hídrico estacional

El balance hídrico estacional, es aquel que muestra la relación entre las precipitaciones y la ETP en función de las diferentes estaciones del año. Así pues, es un indicador que define el déficit o superávit hídrico de un territorio en condiciones naturales, sin que exista intervención antrópica .

En Aragón, solo el invierno resulta una estación excedentaria, aunque arrojando un valor promedio para el conjunto de la región de apenas 37 mm y con importantes contrastes interterritoriales; mientras que en las cumbres del Pirineo el superávit supera los 300 mm, la Depresión del Ebro, los somontanos y las depresiones intraibéricas muestran déficits invernales superiores a los 50 mm .

Tal y como cabría esperar, el verano es la estación con balance hídrico más claramente deficitario, ligeramente por encima de los 400 mm de promedio para el conjunto de la región. Las pérdidas más importantes se localizan en el tercio oriental del Valle del Ebro, en la Depresión del Jiloca y en los tramos medios y bajos de los ríos Gállego y Cinca. Tan solo, las cumbres pirenaicas arrojan un balance positivo, pero en cualquier caso, de poco más de 50 mm.

A pesar de que el régimen pluviométrico aragonés presenta sus máximos de precipitación coincidiendo con las estaciones equinocciales, la primavera y el otoño arrojan, para el conjunto de Aragón, un balance nuevamente negativo. Aunque en conjunto se superan los -200 mm, el déficit es más acusado en primavera, estación en la que se rondan los 150 mm de pérdidas. Nuevamente, los puntos más elevados del territorio son los que presentan superávits más importantes, especialmente en los Pirineos y, en menor medida, en los macizos de Gúdar y Javalambre y el extremo más meridional de los Puertos de Beceite; precisamente los sectores de la Cordillera Ibérica mejor orientados a la influencia de las precipitaciones de origen mediterráneo.

El resultado final de la información ráster ha sido obtenido a través de la recopilación de datos de las últimas tres décadas del siglo XX (1971-2000), periodo cuya duración es considerada idónea para los análisis climáticos según la Organización Meteorológica Mundial y que está siendo actualmente utilizado como periodo de referencia y de comparación entre valores.