Embalses
Aragón cuenta con un total de 93 embalses distribuidos entre las cuencas hidrográficas del Ebro con 92 embalses-y una superficie de cuenca en Aragón de 42.175 km2-, la cuenca del Júcar con 1 embalse -y una superficie de cuenca en Aragón de 5.395 km2-, y por último la del Tajo, con tan solo 239km2 y sin contar con ningún embalse en territorio aragonés.
En total, la superficie de agua embalsada de Aragón asciende a 243,78 Km2, con una capacidad total de 5.189 Hm3. Así, la media de los embalses aragoneses es de 2,65 km2 de extensión y algo más de 56 Hm3 de capacidad. El mayor embalse de Aragón es el de Mequinenza, con 64,78 Km2 de superficie y una capacidad de 1.534 Hm3, lo que le convierte en el quinto de España por capacidad. Igualmente destacables son los de Yesa (20,86 Km2 y 447 Hm3) y Ribaroja -cuya cerrada se encuentra en Cataluña- (17,18 Km2 y 210 Hm3). Los tres embalses citados suponen el 42%, tanto del total de la superficie de agua embalsada de Aragón como de la capacidad total de acumulación.
Espacialmente, el Pirineo y Prepirineo concentra la mayor parte de los embalses aragoneses. Las condiciones orográficas, la disponibilidad de caudales y la necesidad de regular los ríos pirenaicos y sus aprovechamientos explican esta concentración. Por su parte, el Sistema Ibérico cuenta con apenas 14 embalses, concentrados buena parte de los mismos en el sector oriental de la cordillera. Cabe mencionar embalses como el de Peña (2,52 Km2 y 15 Hm3), Santolea (4,22 Km2 y 48 Hm3) o el de El Arquillo (1,08 Km2 y en torno a 22 Hm3), situado en la cuenca hidrográfica del Júcar. Tanto en estos como en el resto de casos, los embalses del sur de Aragón presentan una extensión y capacidad inferior a la media de los embalses aragoneses.
La construcción de los embalses se inicia en la Cuenca del Ebro hace 100 años, con el embalse de La Peña (inaugurado en 1.913), en el río Gállego. Fue mediado el siglo pasado cuando se realizaron las grandes obras de regulación, con embalses como Mediano, Yesa, El Grado, Barasona o los grandes embalses del río Noguera Ribagorzana, así como otros en la margen derecha, como el de Santolea o el de Pena. La construcción de estos embalses tenía una misión múltiple, conjugando en la mayoría de los casos la regulación de crecidas con el almacenamiento de agua tanto para los crecientes regadíos de las zonas llanas (Cinco Villas en el caso de Yesa, Riegos del Alto Aragón en el caso de Barasona, Mediano, etc. y Monegros en el caso de los embalses del Gállego, por poner algunos ejemplos) y la explotación de centrales hidroeléctricas que aprovechaban, y aún lo hacen hoy, los importantes saltos de agua y sistemas de canales que nacen en estos embalses.
En la actualidad son varias las obras de nuevos embalses que se están llevando a cabo, como el recrecimiento de Yesa, el embalse de San Salvador, el recrecimiento de Santolea o el embalse de Mularroya, entre otros.
La fuente de información utilizada para el presente Documento Informativo Territorial ha sido obtenida de las confederaciones hidrográficas del Ebro, Júcar y Tajo. http://www.chebro.es/ / http://www.chj.es/ / http://www.chtajo.es/