Llanuras cerealistas semiáridas con matorral

El gran dominio de paisaje denominado "Llanuras cerealistas semiáridas con matorral" se localiza fundamentalmente en los alrededores de la Depresión del Ebro, al SE de Los Monegros, en la zona central del Bajo Cinca y en la cuenca de Calatayud, recorriendo la parte más baja de la Depresión del Jiloca. Ocupa una extensión de 1.968,97 km2, lo cual, supone un 4,12% del territorio aragonés. Se enmarca dentro de las comarcas de Bajo Cinca, Bajo Martín, Campo de Belchite, Campo de Borja, Campo de Cariñena, Campo de Daroca, Comunidad de Calatayud, Los Monegros, Ribera Alta del Ebro, Ribera Baja del Ebro, Tarazona y El Moncayo, Valdejaón y la Comarca Central.

Se trata de un paisaje aplanado que presenta un rango altitudinal que varía desde los 120m hasta casi los 1.000m con cumbres como Almantes (966m) o el Plano (979m). La altitud media del dominio ronda los 400m. Existen escasos cursos fluviales de entidad que recorran este dominio y modifiquen sus características geomorfológicas, tan solo se encuentra el río Ginel, afluente directo al Ebro por su margen derecha, o el río Jiloca o Jalón en el caso del sector de la cuenca de Calatayud, si bien, de forma estricta, el cauce del río no llega a atravesar el dominio de paisaje, como sucede con el bajo Jalón, el Huerva, o el propio río Ebro, entre otros.

Este dominio de paisaje se caracteriza por la presencia de formaciones de yesos y calizas de época terciaria que se reconocen, a modo de ejemplo, en los alrededores de la depresión del Ebro o en la formación Yesos de Calatayud. También encontramos sectores con presencia de limos y margas con comportamiento similar a las litologías anteriormente citadas. Se trata de materiales sedimentarios que rellenaron las cuencas lacustres de diversos cursos fluviales como el Ebro o el Jalón. Las formaciones presentes en este dominio se crearon posteriormente a la Orogenia Alpina, por lo que no han sufrido deformaciones profundas y predominan los espacios horizontales, no obstante, se encuentran deformaciones puntuales en los yesos o laxos basculamientos tectónicos.

El paisaje se resuelve en dos tipos de relieves diferenciados. Por un lado se pueden observar grandes plataformas estructurales, relieves horizontales de calizas y yesos, localizados por ejemplo en Monegros y Bajo Cinca o desde Calatayud hasta Daroca. Por otro lado se encuentran taludes de baja pendiente que discurren desde los piedemontes o muelas hacia las depresiones o fondos de valle, estos espacios están constituidos por materiales como margas o lutitas. En ocasiones también se pueden reconocer procesos kársticos: dolinas o colapsos, en afloramientos de yesos cubiertos por materiales detríticos. En el valle central del Ebro este dominio se asocia, en un buen número de ocasiones, con zonas de Vales -valles cultivados con fondo plano-, como puede ser el caso de Valmadrid, muy cercana a la ciudad de Zaragoza.

Estos relieves están cubiertos en gran medida por tierras de labor en secano, terrenos agrícolas con espacios de vegetación natural y semi-natural, matorrales esclerófilos y zonas de regadío, especialmente en los terrenos más cercanos a los cauces de ríos cercanos. Se trata pues de un paisaje fundamentalmente agrario, donde la huella del hombre se observa en la preponderancia de zonas cultivadas frente a las que presentan una menor alteración por usos antrópicos. Son paisajes que albergan núcleos de población de diversa entidad, algunos de los cuales son importantes en la jerarquía urbana aragonesa, entre los que cabe destacar: Calatayud, Daroca, Cadrete, Fuentes de Ebro o Morata de Jiloca, entre otros.